Lo habitual en una mujer que está en edad fértil es que el flujo menstrual dure unos cuatro días en promedio, pudiendo ser entre 2 a 7 días habitualmente y que este periodo se dé en promedio cada 28 días siendo un ciclo normal el que aparece entre 26 a 31 días.
En algunas mujeres puede aparecer un sangrado vaginal que ocurre entre los períodos de flujo menstrual habitual y en la mayoría de veces es escaso tipo manchado o en todo caso de cantidad muy variable.
Siempre que aparezca esta molestia refleja un evento anormal y lo ideal es acudir a una evaluación especializada pues las causas pueden ir desde un cambio anatómico benigno (la mayoría de casos), alteraciones hormonales (también frecuente) hasta una lesión maligna o pre maligna.
Los cambios anatómicos que más se asocian a sangrado intermenstrual muy escaso, pero que es recurrente en varios ciclos son los pólipos, ya sean cervicales (ubicados en la entrada del cuello uterino) o a nivel del endometrio, en la parte interna del útero. Los pólipos son un sobre crecimiento tipo nodular de las glándulas que producen moco (si son cervicales) o de las glándulas que recubren el endometrio. Pueden ser únicos o múltiples y para su valoración exacta la exploración debe incluir una visualización del cuello uterino con colposcopía y la visualización del cuerpo del útero a través de una ecografía transvaginal. Con la colposcopía es muy simple detectar la presencia de pólipos endocervicales o que están en el orificio cervical.
Comúnmente con la ecografía transvaginal se puede sospechar de la presencia de pólipo endometrial, pero no siempre es posible determinar con certeza si están o no y en este caso se debe realizar un procedimiento especial donde se instila un suero estéril en el útero para separar sus paredes y así visualizar ecográficamente toda la superficie endometrial. El procedimiento se conoce como histerosonografía y es muy preciso para valorar la presencia de pólipos endometriales.
Algunos miomas, denominados submucosos, pueden protruir hacia la cavidad endometrial y también ocasionar sangrado intermenstrual.
Se sospecha de que el sangrado podría ser por una lesión maligna o pre maligna cuando el sangrado también aparece con las relaciones sexuales o es un sangrado más abundante. En todo caso la colposcopía puede detectar con precisión si existe alguna lesión en el cuello uterino y la ecografía transvaginal si hay lesiones a nivel del endometrio u ovarios.
De no encontrarse nada anatómico recién asumo que puede ser hormonal y es usual en momentos de intenso estrés, en mujeres con tiroides hipoactiva, en uso no regular de píldoras anticonceptivas.
Si se asocia a atraso menstrual es necesario descartar una complicación en un embarazo incipiente.
Volvemos a insistir que siempre que aparezca esta molestia no se debe asumir que es un evento normal e idealmente debe acudir a un especialista.