Pescados grandes, mercurio y riesgos para la mujer

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El pescado es una de las fuentes nutricionales más importantes para las personas a toda edad. Su contenido nutricional va desde su alta concentración de proteínas de alta calidad y su alto contenido de aceites esenciales críticos para el bienestar como el omega 3. Así que es una fuente importante de grasas buenas, proteínas, minerales y otros micronutrientes.

En general, pescados y mariscos deben ser siempre parte de una dieta equilibrada a toda edad, dado sus muchos beneficios nutricionales.

No obstante, y con la industrialización reciente, prácticamente todos los pescados y mariscos contienen algunos rastros de mercurio en su carne. Algunos muy poco y son seguros de consumir, pero otros, sobre todo los más grandes, sus cantidades son significativamente mayores y su consumo de rutina puede ser peligroso para el bienestar de la mujer.

Esto porque el pescado al ser más grande ha vivido más tiempo y consumiendo más pescados pequeños, con lo cual su acúmulo de mercurio en sus tejidos es mayor.

El mercurio tiene alta afinidad por las células neuronales en desarrollo, por lo que su toxicidad es particularmente de cuidado en mujeres que desean quedar embarazadas, en gestantes y niños.

Otro riesgo importante, es que el mercurio actúa como un detonador de enfermedades autoinmunes, las cuales son 7 a 9 veces más frecuente en la mujer. Al parecer, existe una relación directa entre el nivel de contaminación por mercurio y la frecuencia de enfermedades autoinmunes que pueden afectar uno o múltiples tejidos. Ejemplos de este tipo de enfermedades son la endometriosis y la artritis reumatoidea, así como el síndrome de fatiga crónica.

El riesgo de toxicidad va por la frecuencia de consumo y por el tipo de pescado. Tres recomendaciones importantes hay que tener en cuenta:

-Evitar consumir pescados predadores o no predadores, que son grandes por estar más tiempo vivos y con ello, acumulan más mercurio como el atún rojo, caballas grandes.
-Es deseable consumir hasta 400 gramos por semana de pescado pequeño y mariscos con bajo contenido de mercurio.
-El atún enlatado, las sardinas y anchovetas, así como los camarones tienen bajo contenido de mercurio y son seguros de consumir. Prefiere siempre los pequeños.
-Si no hay acceso a pescados pequeños hay que bajar el consumo a una vez por semana, sólo 200 gramos.

El cuerpo tiende a eliminar el mercurio por los anexos como la piel, las uñas y el cabello. Si se sospecha de valores muy altos, luego de un año, se habrá eliminado el exceso si se evita la fuente.

Otras fuentes de mercurio muy comunes son las amalgamas usadas en odontología. Si las tiene, es necesario que se las cambie por productos más modernos que su odontólogo recomendará.

No consumir pescado sería más perjudicial para la salud, pues se perdería gran cantidad de nutrientes importantes, por lo que consumir los adecuados es muy importante para el bienestar.