Nueve de cada 10 personas se contaminarán en algún momento de su vida con uno de los más de 150 subtipos de Papiloma Virus Humano (PVH) que actualmente se han identificado.
El temor que genera saberse portador de uno de estos virus es real toda vez que su presencia incrementa el riesgo de padecer lesiones malignas principalmente en el cuello uterino.
Aunque lo cierto es que con los años, la mayoría de mujeres son capaces de limitar su proliferación y eliminarlo, en algunas persiste hasta poder desarrollar lesiones pre malignas que si no son tratadas a tiempo terminan convirtiéndose en lesiones malignas.
¿Cuáles son esos factores facilitadores? Acá se los decimos:
Haber iniciado la vida sexual y no hacerse un control periódico. No hay cura para el PVH pero si tratamiento para los cambios pre malignos que aparecen hasta 15 años antes de que se establezca un cáncer. Un control periódico anual con el ginecólogo es muy importante. Hacerse un pap o tipificación de PVH son pruebas de detección adecuadas. No obstante, la mejor detección se consigue combinando pap con colposcopía.
Infección por Clamidia: Esta especie de bacteria sólo se adquiere por la vía sexual y es común en personas con alto recambio de parejas. Si bien se asocia a dolor pélvico puede no ocasionar síntomas. No sólo incrementa mucho el riesgo de cáncer de cuello uterino sino además es causa de infertilidad.
Dieta: Una dieta pobre en verduras con déficit de oligoelementos y antioxidantes y rica en grasas trans que favorecen daño en el ADN de las células hace que los tejidos crónicamente inflamados como un cuello portador de PVH sean más susceptibles a malignizarse.
Cigarrillo: Numerosos químicos promotores del cáncer pasan del pulmón a la sangre y contaminan el cuello uterino. El cigarrillo ocasiona además un sistema de defensa menos activo con lo que se limita la capacidad de inhibir al PVH.
Anticonceptivos hormonales: Sobre todo si son vía oral y si se utilizan 5 años a más. En esos casos el riesgo se duplica. Se ha visto que los anticonceptivos facilitan la aparición de infecciones vaginales en una de diez usuarias lo que facilitaría la actividad del virus.
Historia familiar de cáncer de cuello uterino: Si mamá o hermana han tenido cáncer de cuello uterino este hecho triplica el riesgo de padecerlo. Es posible una disminución intrínseca en la capacidad de limitar la actividad del virus en estos casos.
Como vemos, los factores que disminuyan la capacidad del sistema de defensa para luchar contra el PVH o que contribuyan al daño celular podrían hacer que las lesiones malignas aparezcan. No obstante lo más importante es acceder a un control periódico que detecte los cambios en etapas totalmente curables.