El síndrome de ovarios poliquísticos es un trastorno muy común hoy en día que afecta a dos de cada diez mujeres.
Sus consecuencias van más allá de afectar la ovulación, el patrón de la menstruación o la fertilidad. Se ha visto que favorece el cutis graso y el acné, incrementa el riesgo de sobrepeso y a largo plazo da más riesgo de padecer diabetes y enfermedad cardiovascular.
Si bien las causas pueden ser múltiples, la mayoría de mujeres que padecen de este síndrome un factor comúnmente asociado es una respuesta exagerada de su cuerpo ante el consumo rutinario de alimentos ricos en azúcares refinados.
Hoy en día hay exceso de alimentos ricos en azúcares refinados. Estos alimentos producen aumentos bruscos de azúcar en la sangre luego de ser consumidos. Cuando esto sucede, el páncreas tiene que liberar mayores cantidades de insulina, una hormona que saca el azúcar de la sangre y lo hace llevando el azúcar para que el músculo lo consuma en forma de energía o, si éste no lo necesita, termina convirtiéndolo en grasa y lo almacena, de preferencia en la cintura.
¿Y cuáles son estos azúcares refinados?
Pues están en muchos alimentos, hasta en los no considerados como tal.
Cuando se habla de azúcares inmediatamente se piensa en postres y bebidas endulzadas con cristales de azúcar, pero en realidad los azúcares refinados están en muchos alimentos no dulces, como los hechos en base a harina refinada como el pan blanco, el fideo blanco, las masas de pizza.
El arroz blanco es otro alimento refinado rico en azúcares y actualmente, alimentos que son considerados fuentes de proteína están llenos de azúcares refinados derivados del jarabe de maíz como el yogurt, los embutidos bajos en grasa y salsas dulces para ensaladas.
Si se consumen de rutina dichos alimentos, es posible que, por más que se den anticonceptivos por un tiempo, luego de dejarlos, el problema persista pues no se ha corregido la causa básica que es el exceso de insulina por errores nutricionales o falta de un metabolismo adecuado en el músculo.
Lo ideal es consumir estos alimentos de modo muy ocasional e incrementar el consumo de proteínas y grasas buenas para conseguir mejor saciedad sin elevar la insulina.
El ovario es muy sensible a cambios hormonales motivados por una dieta rica en azúcares refinados. Los factores nutricionales normalmente no son vistos como causas asociadas al ovario poliquístico por el enfoque convencional de atención que prioriza el uso de anticonceptivos.
En el IMM promovemos siempre buscar y corregir las causas básicas metabólicas y nutricionales de modo que podamos tener un impacto más sostenido en el bienestar a corto y largo plazo en nuestras pacientes.