Los quistes en los ovarios

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En medicina, llamamos quiste a cualquier tejido encapsulado cuyo contenido es principalmente líquido, y que es un tumor lleno de líquido. La mayoría son benignos y algunos pueden ser malignos.

Dentro del ovario y de modo normal, los óvulos crecen dentro de tejidos encapsulados cuyo contenido es principalmente líquido, denominados folículos, por lo que la presencia de “quistes” foliculares siempre se van a dar en toda mujer en edad fértil o que menstrúa.

El “quiste” folicular dominante puede llegar a medir hasta 2.5 centímetros a la mitad del mes, previo a la ovulación.

Cuando múltiples folículos se acumulan en el ovario por fallas de la ovulación, se denominan “poliquísticos”. Estos quistes suelen ser muy pequeños en diámetro (menor a 10 milímetros), se ven varios a la vez, diez o más, y muchas veces se encuentran en ambos ovarios, con un aspecto de estar uno detrás de otro como un “collar de perlas”

No reflejan falta de anticonceptivos, sino un desorden en el metabolismo y por lo tanto el tratamiento es equilibrar el metabolismo, como venimos diciéndolo en muchos artículos.

Existen otros quistes en el ovario que no necesariamente son pequeños y múltiples, sino que suelen ser únicos y afectar un solo ovario. Estos quistes suelen ser más grandes, por encima de los 3 centímetros. Damos este diámetro para considerarlo quiste no folicular pues hay que recordar que a la mitad del mes el folículo dominante pueden medir 2.5 centímetros antes de romperse y permitir la ovulación.

Son precisamente las fallas de ovulación, las causas más comunes de quistes únicos de más de 3 centímetros en las mujeres jóvenes, denominados quistes funcionales.

Usualmente desaparecen luego de dos o tres menstruaciones espontáneas se den o no anticonceptivos.

Pero existen otros quistes benignos, es decir que no son cáncer, que no derivan de fallas en la función de ovulación, y éstos suelen ser de contenido sólo líquido o con partes sólidas escasas y suelen responder a otros factores y entre los más comunes están los cistoadenomas, los endometriomas como para de una endometriosis y los quistes por tejido embrionario denominados teratomas.

Un tumor quístico maligno en la mujer joven es raro, pero no imposible. El aspecto si bien tienen líquido, tiene más componentes sólidos y tienen muchos vasos sanguíneos y al ser hipervasculares el Doppler color ecográfico es muy intenso y nos da la sospecha de estar ante un quiste agresivo.

Como la ecografía no da diagnóstico, sólo sospecha, cualquier quiste de más de 5 centímetros a cualquier edad de una mujer, es necesario plantear un plan de manejo que incluya análisis o marcadores de actividad tumoral y vigilancia en intervalos de pocos meses o retirarlos si persisten o crecen.

En suma, un aspecto poliquistico asociado a alteraciones de la menstruación y/o cutis graso amerita un manejo metabólico y en casos de quistes más grandes, análisis adicionales y manejo según sospecha. Los hallazgos del especialista son importantes de tener claro para tener el mejor manejo posible.