Sabemos los enormes beneficios que tiene la lactancia materna para el bebé, aunque este momento de conexión y de bienestar emocional entre ambos también aporta muchos beneficios a la mamá, desde el punto de vista del bienestar.
Para lograr una lactancia beneficiosa para ambos, la mamá tiene que tener mucha paciencia pues, en la mayoría de casos, los primeros días no hay mucho volumen de leche, el bebé no tiene aún fuerza muscular en la boca y se irrita con facilidad. Si la mamá se desespera y le da fórmula, esta hace que la necesidad de succionar del bebé desaparezca y sin succión, menos estímulo y menos producción de leche.
Así que, si eres una mamá motivada, acá te decimos los enormes beneficios que vas a lograr con la lactancia.
Lo primero que va a favorecer, es a una pronta recuperación y retorno a la normalidad de tu cuerpo, luego de los cambios motivados por el parto. Al succionar, el bebé libera la hormona oxitocina en cantidades suficientes para forzar al útero a contraerse y perder tamaño, ahorrando la pérdida de sangre que sin lactancia se puede hacer muy prolongada, hasta 42 días.
Además, el desgaste energético que implica la lactancia hace que el peso ganado sea más rápido de perder y así recuperar una relación músculo-grasa más saludable.
La oxitocina no sólo cumple un rol directo sobre los tejidos uterinos, también, es la hormona del amor y de los buenos sentimientos, lo que ayuda a prevenir o disminuir el riesgo de depresión postparto. Por eso, ves la cara de felicidad de las mamis al momento de la lactancia en la mayoría de ellas.
La prolactina, otra hormona que se eleva para producir leche, inhibe de modo natural la ovulación, por lo que una mami que da de lactar día y noche, puede no ver ovulación y menstruación, al menos los 6 primeros meses, luego del parto y actúa así como anticonpcetivo natural.
A largo plazo, se ha visto que los cambios hormonales y de la relación músculo grasa que imprime la lactancia, así como otros, hacen que las mamás tengan menos riesgo de sufrir de tumores malignos en la mama y ovario, además de un menor riesgo de desarrollar diabetes, enfermedad cardiovascular y artritis reumatoidea. Esto depende mucho del tiempo de lactancia. A mayor tiempo, mayor beneficio.
Otros beneficios en general son: menos visitas al pediatra por molestias asociadas a las leches de fórmula en algunos bebés, menos gasto en tarros de leche y menor contaminación por los potes que hay que eliminar.
Así que, un hábito natural, que no tiene complicaciones por exceso de uso y que solo tiene beneficios, hay que promoverlo siempre.