¿Qué tan importante es?
Para muchos profesionales de la salud el hierro se resume en un suplemento que muchas veces no es bien tolerado o no es bien utilizado y un control no tan exhaustivo toda vez que se toma como “normal” que baje la hemoglobina en la gestante.
¿Es así de poco importante? Pues no, hay que tenerlo muy presente y hay que reponerlo adecuadamente o suplementarlo óptimamente de acuerdo a cada caso individual.
Y es que el hierro no sólo es parte de la estructura de los tejidos, es en sí una pila energética que permite un óptimo metabolismo y con ello un buen funcionamiento de los tejidos y además, es un eficiente transportador de oxígeno.
Así si se ingresa al embarazo en deficiencia de hierro en los tejidos (y la hemoglobina puede estar normal) en los primeros meses podría afectar indirectamente el neurodesarrollo y la capacidad cognitiva del bebé, ocasionar mucha fatiga en la mamá y hasta amenazar el desarrollo de la gestación que es metabólicamente muy demandante.
En la segunda mitad del embarazo, es más probable la deficiencia de hierro para la madre pues el bebé lo toma de modo incesante para sus tejidos y el funcionamiento inicial de sus órganos, si no lo reponemos de modo adecuado la mamá pierde sus reservas para mantener una hemoglobina aceptable y no sacrificar oxigenación, pero es acá donde puede sentir dolores musculares, calambres, mucha fatiga y amenazas de parto pretérmino, por un efecto directo de hipo oxigenación de los músculos a la actividad física normal y un efecto directo sobre el desempeño de las hormonas del metabolismo que necesitan del hierro para efectuar sus procesos.
Pero en la segunda mitad del embarazo el niño quiere hacer sus reservas para no tener problemas de anemia durante su primera infancia ¡y el profesional de salud sólo le da una pastillita!, y asi el niño se expone a estar anémico y si el pediatra no se da cuenta se puede exponer a infecciones leves, más somnolencia, intestino lento y cólicos y con ello mucho sintomático sin atacar la causa básica.
La deficiencia de hierro no solo es hemoglobina baja y su reposición no sólo es vía oral, dependiendo si otros indicadores laboratoriales están comprometidos u otros elementos críticos para la absorción de hierro no están normales (vitamina B12 que es motivo de otra revisión en gestantes y no gestantes)obligan a un mejor enfoque donde se deben reponer todos los factores o utilizar otra vía de administración más efectiva.
La identificación oportuna de factores de riesgo perfectamente corregibles que puedan complicar el bienestar del bebé o de las madres son prioridades que un buen control prenatal no debe descuidar. Más que una ecografía de control en el IMM aprovechamos la entrevista con la gestante para identificar síntomas que puedan alertarnos sobre ésta y otras deficiencias y somos una buena opción si en tu control convencional no hay respuestas que expliquen correctamente las molestias que te aquejan.